Fuimos hacia la costa este y llegamos a la ciudad de Maheburg en busca de civilización.
Esperábamos encontrar algunas tiendas bonitas para comprar recuerdos y regalos pero no lo conseguimos. Hace mucho calor y no hay prácticamente nadie por la calle ni tampoco tiendas. Solo encontramos una enfrente de un restaurante famoso por su plato de arroz del que os hable ayer, Bayari. No está mal pero prefiero claramente una paella.
En la tienda compramos postales y anzuelo e hilo para pescar.
Todos los mauricianos estaban en el mercado cubierto del sol. Allí encontramos plumas de pavo real que en Alemania está prohibido venderlas. Las tenían en una tienda hindú, entre figuras para sus templos de oración.


Así son los chiringuitos de playa.

Maheburg no me ha gustado.
Cerca hay una playa famosa, Blue Bay. Arena blanca, agua cristalina y mucha gente. Lo más curioso es que el aeropuerto está muy cerca y los aviones al despegar pasan por encima de la playa.

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Bruno ya es un experto pescador.